El Día de la Tierra se celebró por primera vez un 22 de abril de 1970 a iniciativa del senador norteamericano Gaylord Nelson para promover la creación de una entidad ambiental estatal, que posteriormente seria la Agencia de Protección Ambiental (EPA). En esta manifestación participaron universidades, escuelas secundarias y primarias, así como numerosas organizaciones de la sociedad civil.
Posteriormente, mediante Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas decide designar oficialmente el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra e invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales, regionales y subregionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y las partes interesadas a observar el Día Internacional de la Madre Tierra y crear conciencia al respecto, según proceda.
Esta decisión de las Naciones Unidas parte del reconocimiento que la Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar, y para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra. Se reconoce también que Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos. La Tierra es el tercer planeta desde el Sol, es el único conocido que tiene vida.
El mundo ha respondido con lentitud a las emergencias generadas por el calentamiento de la Tierra y los daños que nuestras actividades están causando a nuestro planeta. Por los años 70 los ecologistas eran considerados grupos de marginales. Pero fue en la Conferencia Naciones Unidas de Estocolmo sobre el Medio Humano (1972), que se dio inicio de un proceso de concienciación mundial acerca de la interdependencia que existe entre los seres humanos, las demás especies vivas y nuestro planeta. Allí se crea el Programa de la Naciones para el Medio Ambiente (PNUMA).
Para nosotros en la cosmovisión de los pueblos originarios andinos, la Pachamama (del aimara y quechua pacha = tierra y mama = madre, es decir "Madre Tierra") es el núcleo del sistema de creencias y cultos que da la vida, la nutre y la protege, pero también es una actuación holística y sistémica de lo ecológico-ambiental -social. La Pachamama es una deidad que está presente en lugares sagrados como los manantiales, vertientes, apus o apachetas. La fiesta de la Pachamama es el pago o challa.
Los principales problemas que afectan a la tierra son: el cambio climático, el debilitamiento de la capa de ozono, contaminación del aire, la contaminación de los océanos, la deforestación, la perdida de la diversidad biológica, degradación de las tierras cultivables, escasez de agua potable y enfermedades de origen hídrico, excesiva generación residuos sólidos y finalmente el incremento de la población mundial que ya se acerca a los 7 mil millones de habitantes.
Finalmente hay que recordar el mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, para este año: “El Día Internacional de la Madre Tierra nos brinda la oportunidad de reafirmar nuestra responsabilidad colectiva de promover la armonía con la naturaleza en un momento en el que nuestro planeta se encuentra amenazado por el cambio climático, la explotación insostenible de los recursos naturales y otros problemas creados por el hombre. Cuando creamos amenazas para nuestro planeta, no solo ponemos en peligro el único hogar que tenemos sino incluso nuestra futura supervivencia. Celebremos este Día Internacional renovando nuestra promesa de honrar y respetar a la Madre Tierra”.