LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y LOS TRANSGENICOS

La Seguridad Alimentaria es la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente en cantidad, calidad e inocuidad, por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su adecuada utilización biológica para llevar una vida saludable y activa. La Seguridad Alimentaria se pone en peligro por la introducción de los Organismos Genéticamente Modificados - OGM, más conocidos como transgénicos.

La presencia de los OGM en la agricultura y alimentación, se remontan a sólo a algunos años atrás, y sin embargo están ya muy presentes entre nosotros, en los campos de cultivo y en los alimentos que consumimos. Esta rápida aparición de los transgénicos, contrasta con la poca información e investigación disponible sobre sus posibles efectos en la agricultura, la salud, la producción y distribución de alimentos, la protección del medio ambiente y la seguridad alimentaria.

La industria biotecnológica explica que la ingeniería genética es una técnica que aportará grandes beneficios a la humanidad. Pero los supuestos beneficios no se han hecho realidad en los países en que ya se cultivan transgénicos; en cambio los riesgos que presentan las manipulaciones genéticas se evidencian y verifican cada vez más.

Los cultivos transgénicos constituyen un tipo especial de cultivo, que fueron introducidos a finales de los años 90´ en algunos países de América Latina, especialmente Argentina y Brasil. Para mejorar su imagen las empresas asociadas a los centros de prensa, presentan a los OGM como “cultivos milagrosos” y que son parte de la “modernización agrícola” para la seguridad alimentaria. Estas promesas se relacionan con: a). Producir más alimentos para una población mundial creciente y hambrienta; b). Reducir la aplicación de plaguicidas; c). Evitar la deforestación; d). Mejorar la calidad de los alimentos ofrecidos a los consumidores.

Investigaciones realizadas en algunos países de la región han demostrado lo contrario, así tenemos en el caso peruano, a través de un estudio científico realizado en los 2 hace algunos años por la bióloga y genetista Antonieta Gutiérrez Rosati, comprobó lo que era un secreto a voces, que en el Perú se está cultivando maíz amarillo duro (MAD), el trabajo se llevo a cabo en el valle de Barranca (Lima). Los resultados de la investigación dieron positivo para 2 tipos de modificaciones genéticas: NK603 (producido por la empresa norteamericana Monsanto y que permite que los cultivos sean más resistentes a los herbicidas) y BT11 (producido por la empresa suiza Syngenta, hace que los cultivos sean más resistentes al ataque de insectos).

De otro lado, el Protocolo de Cartagena, fue establecido en el marco de la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica - CDB. El Protocolo de Cartagena es un instrumento internacional tiene como principio rector el denominado “Principio Precautorio”, herramienta fundamental para proteger la biodiversidad y los centros de origen y diversidad. El solo hecho de la aprobación del Protocolo de Cartagena implica la aceptación de que el peligro de los organismos genéticamente manipulados es muy real. El objetivo general no es causar daños "aceptables" a los seres humanos y el ambiente, el objetivo principal es evitar los daños hasta donde se pueda.

El Principio Precautorio representa una nueva manera de tomar decisiones acerca del ambiente y la salud, donde encontramos estos elementos comunes para su aplicación: Si se tiene sospecha razonable de daños graves e irreversibles; Que exista una incertidumbre o duda científica; Por lo que existe el deber de tomar medidas para prevenir los daños.

Las Zonas Libres de Transgénicos son espacios en donde los OGM no tienen cabida. En ella no se permite el cultivo de variedades transgénicas, ni se admiten alimentos manipulados genéticamente. Pueden ser campos de cultivo, espacios naturales protegidos, locales públicos o comerciales, municipios, regiones o países enteros.

Una mayoría de la población Europea y de muchas otras regiones del mundo se oponen a la utilización de Organismos Modificados Genéticamente y afirman que preocupa sus efectos sobre la salud y sobre el medio ambiente.

Hasta ahora se han identificado iniciativas de zonas libres de transgénicos en al menos 30 países de Europa. A finales del 2010 en la Unión Europea más de 170 regiones europeas y 4,500 gobiernos o entidades locales se habían Declarado Zonas Libres de Transgénicos. En el Perú tenemos a la Ley Nº 29811, que estable la moratoria de 10 años que impide el ingreso y producción en el territorio nacional de organismos vivos modificados (OVM) con fines de cultivo o crianza, incluidos los acuáticos, a ser liberados en el ambiente. Esta Ley se complementa con el Reglamento aprobado por Decreto Supremo Nº 008-2012-MINAM.