Lucha contra la Desertificación y Sequia

En 1994 la Asamblea General de Naciones Unidas designó día el 17 de junio como el "Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía". Ese día recuerda el aniversario de la adopción de la Convención de la Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y Sequia. Este instrumento internacional ha sido suscrito y ratificado por el Perú mediante Resolución Legislativa Nº 26536. Para el 2012 la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación se realizará una semana antes de la Conferencia Río +20, en Río de Janeiro, Brasil, bajo el lema “Crear el futuro que queremos”, se busca preservar la tierra no degradada y el suelo, así como equilibrar la degradación de las tierras con la recuperación de una cantidad igual de las tierras degradadas.

En el marco de la Convención se entiende por “desertificación” a la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhumedas secas, resultante de diversos factores, entre ellos las variaciones climáticas y las actividades humanas. La “lucha contra la desertificación” son las actividades que forman parte de un aprovechamiento integrado de la tierra de zonas áridas, semiáridas y subhumedas secas para el desarrollo sostenible y para lograr: a). La prevención o reducción de la degradación de las tierras; b). La rehabilitación de las tierras parcialmente degradadas; c). La recuperación de tierras desertificadas. Por “sequía” se entiende el fenómeno que se produce naturalmente cuando las lluvias han sido considerablemente inferiores a los niveles normales registrados, causando un agudo desequilibrio hídrico que perjudica los sistemas de producción de recursos de tierras.

Por “degradación de tierras” se entiende la reducción o la perdida de la productividad biológica o económica y la complejidad de las tierras agrícolas de secano, las tierras de cultivo de regadío o las dehesas, los pastizales, los bosques y las tierras arboladas, ocasionada en tierras áridas, semiáridas y subhumedas secas, por los sistemas de utilización de la tierra o por un proceso o una combinación de procesos, incluidos los resultantes de actividades humanas y pautas de poblamiento, tales como: a). La erosión del suelo causada por el viento o el agua; b). El deterioro de las propiedades físicas, químicas y biológicas o de las propiedades económicas del suelo; y, c). La perdida duradera de vegetación natural. Las “zonas áridas, semiáridas y subhumedas secas” aquellas zonas en la que la proporción entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial está comprendida entre 0.05 y 0.65 milímetros de precipitación, excluidas las regiones polares y subpolares.

A nivel mundial la degradación de las tierras secas amenaza la subsistencia de más de 900 millones de personas en unos 100 países. El proceso afecta a un 25% de la superficie terrestre, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Esta situación es especialmente grave en el África donde el 66% de sus tierras son secas.

El Perú es particularmente sensible a los procesos de desertificación, ya que aproximadamente el 36% de su territorio se encuentra en la categoría de las tierras áridas, semiáridas y subhumedas secas. En estas tierras vive el 84% de la población y allí se desarrollan el 90% de las actividades económicas y productivas. Por factores naturales la disponibilidad del recurso hídrico superficial es mayor en la vertiente del Atlántico (98%), seguida de la disponibilidad de agua en la vertiente del Pacifico (1.7%) y del Titicaca (0.3%).

El año 2001 se constituyo en Arequipa un Grupo Técnico para elaborar el Plan de Lucha contra la Desertificación y Sequia en Arequipa, donde se avanzo en la elaboración de un plan de trabajo, priorizando las áreas con mayores avances en la desertificación, se identificaron alternativas de solución en los aspectos técnicos y de gestión y se propuso la creación de la Asociación Regional Sur de Lucha contra la Desertificación y Sequía (ARSULDES).

La región Arequipa al encontrase dentro del área de influencia del desierto de Atacama, la disponibilidad del recurso hídrico no son suficientes para abastecer al requerimiento poblacional, agropecuario, industrial, minero etc. El acceso a los recursos hídricos es vulnerable por el permanente por el incremento demográfico, lo que hace que el requerimiento de servicios básicos como el agua y la energía eléctrica se incremente en forma geométrica, hay que precisar que la vulnerabilidad y riesgo de las fuentes de agua se incrementa, con el deseo de los pobladores de mejorar sus condiciones socio económicas, a través de la adecuación de nuevos sistemas productivos como la ampliación de la frontera agrícola o la ampliación de las zonas urbanas, creando una alta presión a las fuentes de agua, así mismo se ejerce la presión natural por el calentamiento global que viene alterando los procesos climáticos normales, lo cual ahondan aun más el problema por la elevada evaporación y riguroso requerimiento de la flora existente.

Finalmente entre el 23 al 25 de junio se realizara en Arequipa el “Curso de Inducción a la Gestión de Cambio Climático y Desertificación”, el cual considera la participación de las regiones Puno, Cuzco, Apurímac, Arequipa, Tacna y Moquegua, quienes conforman la ARSULDES, se espera que no sea una reunión mas de las tantas improductivas que se han realizado sobre éste tema.